jueves, 11 de febrero de 2010

El futuro es hoy

Antes de subir, le pregunto al boticario, con antigripal y cambio en mano, si la váscula es válida. Cómo válida, válida para qué, guevón, debìó pensar.
Sí, sí sirve, cien pesos, una ganga para medir masa y estatura. Subo y la váscula me ordena que alce la cabeza; su petulancia me parece hostil y la confusión me hace obedecer; la gripe, pues.
Mides tanto y pesas tanto, dice la cabrona; pero sigo sin entender cómo supo lo de la cabezota.
(-Báscula se escribe con b
- Mejor, bacunas, que le llaman)
Vaya inventos de hoy, hasta las máquinas hablan de más.
Después la puta váscula hizo una relación de tamaño y peso y me dijo, con voz digital de acento español y bastante fuerte:
“Estás gordo”.
Uno entra por una talerdin y regresa amoscado a trabajar.

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